En que piensa la gente cuando se les ocurre «CONVIVIR».
Ya sea convivir con amigos o tu pareja. Es IMPOSIBLE. Siempre aparecen esas pequeñas peleas de las que no se habla pero se saben que están. Es muy difícil amoldarse a la otra persona.
Primero cuando comienzan los pensamientos y la idea de convivir, de empezar algo juntos, de acompañarse, todo es color de rosas. Se habla de todas las cosas en común, lo bien que se van a llevar, empiezan a imaginarse la tan deseada CONVIVENCIA PERFECTA. Deciden que tienen que comprar, donde, que color, que cuadros van a colgar y ah comienzan a parecer las primeras rispideses.
Una semana de convivencia… Las cosas van encaminadas, nada del otro mundo, se ponen de acuerdo en quien lava, quien cocina, van a hacer las compras juntos. Pero a la noche es una batalla por quien gana mas acolchado o sabana, no te muevas que me mareo, apaga el tele que tengo que dormir, no hagas ruido que me despierto, me molesta el resplandor, etc.
Tercer semana de convivencia… Ya cansados de tener que hacer las cosas juntos, nadie quiere lavar, nadie quiere cocinar, nadie quiere hacer las compras. Pero como todavía no quieren mostrar la hilacha, ponen todo el esfuerzo por salir adelante y demostrar que «yo si hago las cosas».
Y llegan los dos meses… Ya nadie ordena, ya esta instalada la típica pelea sobre la tapa del baño y por que se deja mojado el piso, para algo esta el trapo no?
Kilos de platos para lavar y secar, montaña de ropa. OJO¡ no vayas a abrir la puerta del placar por que se viene el tsunami de ropa y anda a saber quien te ayuda a salir de ahí. Esta la disputa de quien va a pagar los impuestos y hacer las compras.
Y por lo general es así, yo no digo que sea malo o bueno, pero para que enfrentar todo esto, mas fácil … TAZA TAZA CADA UNO PARA SU CASA.